miércoles, 30 de julio de 2008

Cambio y fuera

Ya regresé de la isla. De Quisquella La Bella, como la llamaban los extintos indios taínos. Me hace falta la islita, para ser sincero. Estas fotos son el 5% de las que tomé. El mosaico de arriba es el panteón de los presidentes dominicanos. Es enorme y tiene piezas de oro incrustado. Hay unos guardias morenos, que no se mueven ni un ápice, para resguardarlo todo el día. No valla a ser...
En República Dominicana, cacaracean todos los días que esta es la tierra que más amó Cristóbal Colón. Él la llamó Hispaniola, pero hoy es la Repubblica Dominicana y Haití, como le mientan hoy los italianos contemporáneos. Dicen que aquí está enterrado Colón, el descubridor, pero yo tengo mis serias dudas.

La morena -de pantalón stretch blanco y blusa celeste- causó alboroto en Santo Domingo. Consiguió varios "Cosa bella", "preciosa", " A dónde va morena tan guapa". Cueraso la "veldá". Por cierto, para los dominicanos la palabra cuero los remite de inmediato a los tambores: "que suenen los cueros"...
La Plaza Colón y el costado norte de la Catedral primada del Continente. Preciosa esta plaza. Enfrente hay dos casas que venden habanos, dos cafés, una tienda-museo del ámbar, el Hard Rock Café y elegantes edificios de inicios del siglo XX. También hay niños haitianos que lustran zapatos, europeos bebiendo agua Dasani, y gente que se prostituye. Todo en uno. Clic de cámaras.
Las típicas ventas de fruta dominicana. En la foto se alcanza a ver un melón español, (tienen la forma de una pelota de fútbol americano). Lo comen mucho aquí, igual que a las berenjenas, que las preparan en lascas y luego las frien, pa´variar. Pero saben bien.

Un semillero del merengue. En un centro comercial pispirisnais de Santo Domingo les enseñan a "mejorar" las técnicas de danza-merengue a los que empiezan a vivir. Aunque, los dominicanos juran que ya nacen sabiendo cómo bailar. Pero tanto en la música, como el baile, el toque afro es, en mi punto de vista personal, el toque distintivo del merengue y de su cultura. Sin los morenos la isla no sería la misma. Le faltaría sal a sus tostones. O tal vez no habría eso, música y el sabor dominicano.

Mejor, imposible. Las playas son el plus de la isla.

Hasta unos pañales que usó Madonna hay colgados en las paredes de Santo Domingo. En el Hard Rock Café. Yo sólo a Madonna le tomé foto. Estaban unos tacones chucos que usó Elton John y una guitarra que aventó Marilyn Manson. Algún día pondrán este blog ahí, como prueba de que estuve allí.

El sol caribeño me sancochó. Quedé como parte de la gastronomía local (Venden camarones grandes en vasos de durapax por $3). A pesar que mi camiseta dice Spaguetti Brain pequé comiendome a una pobre tortuga de carey, revuelta con tentáculos de pulpo. Me prometieron que tendría vigor sexual. Pero a mi me produjo sueño. El señor que me vendió el cocktail juraba que era italiano. Yo le decia "soy de El Salvador".
-Claro, salvattore, sé.
-No señor, yo soy tropical también.....soy algo así como indio taíno

Los morenos son mayoría en las Playas de Boca Chica. Aunque ahí hay una importante comunidad italiana. Tienen hasta su súpermecado con pasta Ragu, dátiles, aceite de oliva, vinos, quesos de Parma y Udine. Pero eso sí, se putean entre ellos todo el tiempo. En otras playas, con mayores complejos hoteleros, como Punta Cana, Bávaro o La Romana llegan casi solo españoles, alemanes e ingleses. Y alguno que otro salvadoreño vago. Los precios los ponen primero en euros, luego y si hay voluntad ponen el símbolo del capitalismo estadounidense.

Santo Domingo tiene muchos edificios. A mi me gustó este. Bien Miami-Nueva York les quedó. Condensa oficinas, apartamentos y un centro comercial llamado Acropolis, uno de los más pickies de la ciudad. El famoso béisbolista Sammy Sosa y miss universo-2006, Amelia Vega, dicen, que de vez en cuando lo visitan. !Gran cosa!

Me gusta esta foto. Bien caribeña. Hasta sale un carrito de helados -amarillo- en el fondo. El primer edificio es el Museo de las Casas Reales (grande y completo) y el del fondo es la iglesia de la Compañía de Jesús. Gran achicharrada que me dí visitando eso.

Pero por un dólar obtuve este lindo sombrero que los morenos hacen con la rapidez con la que una ola baña la playa. Por lo general los sombreros los venden verdes, frescos, directos del cocotero a la cabeza. Pero yo preferí la versión menos húmeda, palma seca.
Llevé bloqueador solar factor 30, y otro de 40 (según yo estaba inventando uno de factor 70), y ni así me salvé. Me achicharré todo. Qué dolor. Pero valió la pena. Aunque siento que esas playas son para bañarse chulón. Pero me dio pena hacerlo. No soy tan aventado aún. Lo que sí vi es que muchas mujeres europeas de la edad de mi abuela (76 años) usan tanga y les vale riata andar así. Eso es lo malo de no chuloniarse cuando uno es joven, ya viejo uno se pela. Cuando regrese a esta isla, así voy a andar y voy a subir las fotos a este blog.
NO SUBA. Bote electrónico. NI-LO-PIENSES.

-Deme tostones, pescado y un limón por favor.
-¿Y batata no quiere?
-Noo...
-Pruebe los bollos con bacalao
-Noo
-Ok rubio. ¿Sprite, o agua mineral?....son 200 pesos ($5).
(Yo siento que estaba barato)
Escena común en el centro de Santo Domingo.

Otro dólar invertido en cocos. Este es el coco más barato. Hay otro, el coco de leche (uno peludo, lleno de carnes blancas y mantequita) pero cuesta el triple. La elección de Carlos fue la versión económica y light. By the way... atrás (edificio de techo triangular) es la entrada al metro. Está en construcción, pero ya están los vagones puestos. Falta poco. Tres soldados de chocolate no me dejaron entrar.

Un chino-italiano en el Barrio Chino de Santo Domingo. Creo que el de al lado es Confusio. Paresco confundío allí. Pedi una ración de arroz chino y me dieron una guacalada tipo familiar. No pude con ella. Pero me gustó esta parte de la ciudad. Llena de cosas de plástico, telas y electrodomésticos. Pocos chinos-adultos saben hablar español y parecen no confretarnizar mucho con los morenos.

Aquí estoy en la primera iglesia dominicana del país. La orden religiosa que dió nombre a gran parte de la isla. Andaba desvelado de bailar. Pero es un lugar súper bonito en términos de arquitectura.

El ámbar de Elena. Este tiene insectos y hojas atrapadas. Es carísimo este ejemplar. Ni quise preguntar, porque si no compra no magulle.

Eleodora prepara la batata y la yuca del almuerzo. Los rulos de colores preparan su cabello para una "conga" que iba a tener en la noche. Seguro merengazo.

En la plaza España, frente al Alcázar de Colón, conocí a una francesa, y a una morena de Martinica (Antillas Menores). Ambas eran amigas y habían llegado para bailar y conocer chicos. Estaban extaciadas de ver cuerpos bonitos y gente alegre. Lo que ambas sabían de El Salvador era que es país de pura sangre derramada y maras. No supe que decir. Sólo que tenemos volcanes, pupusas y verdor.

El malecón de Santo Domingo. Al fondo los edificios del Malecón Center. Un complejo multimillonario que pretende acercar los rascacielos de la ciudad al mar, al estilo Manhattan, Honk Kong o Panamá. Abajo de ellos hay discotecas para heterosexuales, gays, stripers, centro comercial, sex shop, bar y creo que el edificio de Bellas Artes.

Salú Dominicana. Hasta sobre el aeropuerto las playas se te ven chivas. Ojalá pueda regresar otros días y pueda ir a Haití. Esta vez fue todo merengue, playa, museos y tostones. La próxima vez ya veremos...

2 comentarios:

  1. Bueno, Carlos, lindas las fotos.
    Disfrutaste y escribiste buenos textos. Sabés que todos me han gustado menos el racista.
    Y sobre Colón, my dear, hay un gran relajo.
    En la catedral de Sevilla están los supuesto restos de Colón que llegaron de República Domicana después de la Independencia.
    Tengo una foto con el enorme y realmente hermoso mausoleo.

    Cuándo nos reunimos pa hablar pues?!
    Chambriame!

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  2. Súper bonitas tus fotos y comentarios... como siempre, me matás del chiste! YO QUIERO IR AHÍÍÍÍÍ BUAHHHH!!!! Mínimo tenemos que ir!!!!!

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