Me ve, lo sé, porque veo sus ojos negros, me siguen a donde vaya. Ven qué hago, a dónde voy, pero de lejos. Cautela.
Si yo salgo, sale. Si entra, salgo. Si voy por acá, me sale por allá. Sino es martes, es miércoles.
Pero qué significa que me vea. ¿Es crítica, afinidad o desesperación?
Por qué esquivo miradas.
Por qué no disimula.
Por qué no puedo sostener una pinche mirada a una insistente mirada indiscreta.
Una mirada que ya conozco y que me debilita.
Mi mirada ya la conoce y se fortalece.
Nos conocemos de antes. Lo sé y lo sabe.
Aquella vez no funcionó.
Pero si hoy pasamos la frontera de la mirada y pasamos a la de la verbos, creo que no sabré qué decir. ¿funcionan esas miradas aún hoy?
Me quedo corto de argumentos. Sabe que siempre soy así.
Y yo sé qué dirá. Tampoco tiene muchos argumentos.
Yo me pondré nervioso, lo mismo le sucederá.
Lo mejor es que me siga viendo, hasta que se aburra, y que yo me aburra de que me vea.Hasta que nos aburramos de esto.
Somos dos países distintos y parecidos. Yo sería Méjico, y tras la frontera de las miradas, Colombia.
Si no habla, no hablo. Si no hablo, habla.
Si me ve, que me vea, que hable, que diga lo que quiera.
Lo que no sabe es que mis nos, son sís. Y que prefiero las miradas a los verbos.
Que se canse y que me canse.
Y que mejor veamos otras cosas.
En vez de miradas y verbos, yo te aconsejaría los hechos, basta!.
ResponderEliminarEl tiempo no esta solo para ver, esta para hacer. Así que esmerece mi buen carlangas!
En vez de miradas y verbos, yo te aconsejaría los hechos, basta!.
ResponderEliminarEl tiempo no esta solo para ver, esta para hacer. Así que esmerece mi buen carlangas!
Voy a darte una cachetada, Victoria!
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