miércoles, 11 de febrero de 2009

Tenedor y Cuchillo.

La mesa está servida. Tenedor a la izquierda. Cuchillo a la derecha, detrás del plato. No se pueden ver. Pero poco después se conocen. Cuando ambos cortan un tasajo de carne. Se ven. Se rozan. Uno sostiene y el otro descuartiza. Los jugos brotan en complicidad. Ahora Cuchillo le dice a Tenedor.
-Carlos, me gustas.
Pero Carlos se queda en silencios. Mira el plato, ya sin el tasajo, vacío.
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Es que Carlos está confundido. Se ha acostumbrado a comer solo con tenedor. El amor le suena más bonito en las canciones. De esas letras que reiteran que el amor es una palabra conjugable. Que el amor es solo amar. Tanta palabrería lo tiene preguntándose si tiene vocación para amar. O si la tuvo.
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Carlos me contó que el último cuchillo estaba tan afilado que siempre salía rayado. Pero aún así ambos cortaron muchos tasajos de carne. Almuerzo tras almuerzo. Cena tras cena. Y hasta algunos desayunos. Dice que el cuchillo tenía buen lustre. Tanto, que de noche sentía que brillaba más que el sol. Estaba deslumbrado.
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Una noche, Tenedor se dio cuenta que Cuchillo no era un cuchillo casero, era cuchillo de restorán. Tenedor se negó ser open-minded: No reclamó. No lloró. No dijo nada. Solo alcanzó a fingir que había olvidado algo en el carro. Y se marchó para siempre. Cuchillo lo llamó mucho, quizás solo para cenar. Tenedor tenía su horquilla de púas un poco dobladas. No quiso deteriorarlas más y dice que se bañó en acero. Fucking cuchillo.
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Tenedor hace su balance, tanto amor sirvió para que Cuchillo no lo olvide. Pero Tenedor cree que ya olvidó amar. Cree que prefiere "solo" que "solos".
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Carlos dice que hoy almorzó albóndigas en casa. Como es de esperar: sin cuchillo. Su progenitora lo reprendió.
- Carlos en la mesa se come con tenedor y cuchillo. !Claro, como no sos vos quien los lava!

5 comentarios:

  1. Carlos, q triste te leo, q pasaaaaaaaaaaaaaaaaaa.. desde q t conozco percibo q sos un ser muuuuy sensible y eso t hace lo talentoso q sos para escribir, pero solo espero q la vida t enseñe a ser mas fuerte ante esas cosas q t impresionan tanto... para mientras conta con mi abrazo consolador y un poco protector..

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  3. Para nada. No estoy triste. De hecho cuando escribí esto me moría de la risa. Sentí como se siente el aterrizaje de un avión. Un viaje consumado que da cosquillas. Rápido. Estoy bien. Nada más que así es esto. Tampoco creo haberme convertido en cuchillo. Soy un tenedor mordisqueado pero fuerte. Made in El Salvador.

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  4. Yo me siento taaaaan identificada con tu post... ya encontraremos a nuestro cuchillo adecuado mi amigo, eso te lo aseguro... tqm

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  5. Cuando leí que tenedor se iba, me dieron ganas de llorar.

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