Recién ahora me doy cuenta de la gran falta que me hará verla todos los días y a Daniella y a Guille (y a Óscar, el cuñao). No sé. Ahora recién veo la casa, tan holgada y pienso en mi lugar en ella.
Mientras escribía estas líneas sonó el teléfono. Me afligí porque son pasadas las 11 de la noche. Era Daniella que quería hablar con mi mamá, su roomie durante muchos años. Mi mamá no puede estar más feliz, su nieta le devuelve el cariño. Se cierra otro círculo. Yo tengo que abrir nuevos para mi vida. Ay, qué nostalgia siento. Mucha suerte, Lily!!!
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