Cuando arribó a LPG estaba herido. Había querido salirse del pick up que traía música de Daddy Yankee a todo volumen (yo hubiera hecho lo mismo). El animalito estuvo pastando la grama del parqueo. El jardinero se molestó. Los dueños de los carros (abajo) tenían miedo que resvalara Bartolito y echara a perder sus presupuestos de cuatro ruedas. Ante tanta adversidad, le sacaron un par de fotos y videos y lo obligaron a retirarse. Qué Dios lo bendiga.
El Chorrerón está como a 1,000 metros de altitud, en un lugar encajonado y medio caliente. Salpicado de precipicios y pinares. Por su formación, a mi me pareció que era como un típico paisaje producto de un antiguo glaciar. Aunque la talla en piedra se deba al agua que cae en forma de cascada todos los inviernos.
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No podía dejar de hablar de Santo Domingo de Guzmán. Si notan a sus pies tiene un perrito con una antorcha. Cuenta la leyenda que la que sería mamá de Santo Domingo tuvo un sueño. Ella vio como paría un perro y que este llevaba una antorcha. Los ángeles le dijeron que Santo Domingo, su hijo, iba a llevar la palabra de Dios a lugares inexpugnables.
Domingo viene del Latín Dominicus, que significa "del Señor". De Dominicus (Domingo) viene Dominicanus (Dominico, que es el nombre de la Orden de Santo Domingo). No obstante, utilizando un juego de palabras, se dice que Dominicanus es un compuesto de Dominus (Señor) y canis (perro), significando "el perro del Señor" o el vigilante de la viña del Señor).
En el Santo Domingo de Guzmán salvadoreño abundan los perros. Los dominicanos de los siglos XVI, XVII hasta nuestros días evangelizaron a los aborigenes de Sonsonate.
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